El viento impide concretar cuál será el día del desafío. Hace un par de días que sopla con fuerza en la costa irlandesa y no parece que tenga intención de marcharse. Por ahora, el capitán Quinton Nelson nos ha indicado que no deberá retrasarse mucho la decisión porque tras los primeros días del mes de julio, el pronóstico del tiempo empeorará. Sin embargo, aún no nos ha anunciado cuál será el día. El hecho de que la fecha se retrase no me beneficia, me mantiene inquieto. Ya sé que es solo un día o dos más, pero no me deja relajarme a pesar de que lo intento con bromas y sentido del humor.
Bien temprano, aún sin conocer el dato decisivo de la fecha, he regresado con mi equipo a Donaghadee para entrenar. Han bajado un poco las temperaturas y lo agradezco, necesito ese frío para ponerme a tono. Lo de siempre, una hora en el mar para no perder el contacto con el agua ni la aclimatación.
Algo más tarde, hemos comido algo en el Pier 36, un local que ya es un icono para los nadadores que visitan esta localidad, la mayoría acaba entrando aquí al estar muy cercano a la playa. Su dueño nos ha enseñado las paredes del local donde firman los nadadores que han logrado superar el cruce. La verdad es que se me han puesto los pelos de punta.
La tarde será larga. Una vez en Belfast, primero debemos comprar algunos enseres y pasar por el aeropuerto para recoger a Marcos Martínez, de GEPAC, que en este desafío representará a los pacientes de la asociación por los que nado.