¿Quién me conoce mejor que yo mismo cuando se trata de nadar? Mi entrenador. José Luis Larrosa es una figura internacional de las aguas abiertas con quien he compartido más de una travesía. Nació en Elche pero el destino le ha llevado a Malasia. Allí no solo trabaja como profesor de Educación Física en un centro educativo, además hace muy poco que ha sido fichado como entrenador del equipo nacional de natación.
Hace tan solo 24 horas que nos hemos reunido en Wellington. Hoy, para cambiar de tercio, será él quien explique el trabajo que hemos estado desarrollando durante los últimos meses.
«Hemos comenzado la temporada con un primer objetivo: afrontar el Estrecho de Cook. Nos hemos centrado en retomar la base aeróbica, aumentar la fuerza y velocidad. Físicamente, Jorge ha aumentado masa muscular e incrementado su capacidad aeróbica. Además, hemos trabajado algo más específicamente la aclimatación, con sesiones más frecuentes en mar y algunas tiradas largas con aguas frías, tanto en Alicante como en otros lugares (entre ellos Irlanda y Holanda).
«El Estrecho de Cook requiere una buena aclimatación, no solo por el agua fría, que rondará los 14 o15 grados de media, sino también por los cambios de temperatura, ya que hay corrientes que conllevan alteraciones desde 19 a 12 grados.»
En su opinión, «esa mejora en la fuerza y velocidad le ayudarán con las posibles corrientes del Estrecho.»
Por otro lado, José Luis hace balance del trabajo que hemos realizado juntos desde que se integró en el equipo «estos tres años entrenando a Jorge me han servido para conocer mejor sus puntos fuertes y débiles. Jorge es un nadador constante, con un espíritu de sacrificio espectacular y con una tenacidad fuera de lo normal, pero también destaco que hemos tenido que hacer ciertas correcciones en su técnica con el objetivo de mejorar eficiencia y velocidad y sobretodo evitar lesiones.»
Desde que nos hemos encontrado aprovechamos todos los minutos para hablar y entrenar, tanto en mar como en piscina. Ha encontrado una de 50 metros en la que estoy tratando de ganar velocidad.
Cuando regresamos al hotel descubro en mi bandeja de emails que acabo de recibir un mensaje… ¡De la Embajada de España en Wellington!